Mundial de Qatar: Leila Guerriero: “Le haría la ola a Stephen King” | Mundial Qatar 2022

R. En el futbol, ​​ninguno porque no juego. En la vida, aunque supongo queun gol es algo que uno no quiere que le hagan, me gusta considerar goles todoslos textos de autores a los que no conozco y que, al leerlos, me producen undeslumbramiento.

P. Un gol en propia puerta, algo de lo que se arrepienta.

R. No uso el arrepentimiento. Pieza tocada, pieza movida, como en elajedrez.

P. Y un gol en el 90: su gran golpe de suerte.

R. Mi gran golpe de suerte fue que alguien, en esos años, se diera cuenta,antes que yo, de que era periodista y me ofreciera un trabajo en su diario.Despues, trabaje esa buena suerte tanto como pude.

P. Su primer partido en el campo. ¿Donde fue? ¿Quién le llevó ao quién sellevó?

R. Un partido en la cancha de Boca, al cual llevé a un conocidoextranjero. Ese día Boca perdió por 6 a 0, y casi morimos en el intento desalir de la cancha. O sea: vivimos un típico día de fútbol en la Argentina.

P. ¿Cuál es el mejor partido que ha visto?

R. No puedo responder esta pregunta, porque todos me resultanindiferenciados. Sólo despierto del letargo en los Mundiales, y es unejercicio demasiado acotado como para generar memoria.

P. ¿Alguna vez se escaqueó de algún compromiso por el fútbol?

R. no. Sí por quedarme escribiendo o por ir al cine.

P. ¿Alguna superstición antes de salir al campo? ¿Rituals para las grandesocasiones?

R. No uso supersticiones de ninguna clase, ni siquiera antes de subirme alos aviones, pero cuando juega la selección argentina aprieto mucho los puños.

P. Le haria la ola a…

R. Stephen King.

P. Pido la hora al arbitro cuando…

R. Cuando en rarísimas ocasiones, porque jamás voy al teatro, tengo –es elverbo indicadoque ver una obra y me resulta interminable y aburrida.

P. Tres momentos que recuerde de los Mundiales.

R. Un Mundial que vi en mi casa junto a mi amigo chileno Matías Rivas, queme descubrió cosas del juego que yo jamás había visto antes y que, porsupuesto, ya olvidé. El día en que, saliendo de la boca del metro, me topé enel televisor de un bar con la noticia de que el test anti-doping the DiegoMaradona había dado positivo. La final del Mundial 78, por motivos tristes.