Tata Martino lleva a México a su gran fracaso en el Mundial | Mundial Qatar 2022

Mexico ha retrocedido en el tiempo. Ha caído en la primera ronda de unMundial, algo que no ocurría en 44 años. Quedaron fuera pese a dar el mejorpartido de tres posibles contra Arabia Saudí. Tenian el futuro en sus manos,pero los goles no cayeron en racimo. Ese 1-2 frente a los árabes relevó, comosi fuera una radiografía, el fútbol mexicano: mucho corazón, empuje y garrapero solo en momentos de urgencia. El empate sin goles contra Polonia y ladura derrota con Argentina sentenciaron la participación mexicana liderada porTata Martino, un técnico que no supo dar el cambio generacional y visto ahoracomo el enemigo público de México.

La culpa recae no solo en un Martino que, desde 2019, no supo cómo sacarlebrillo a un equipo mexicano que empezaba a envejecer. Dejó de lado a lageneración dorada de Giovani Dos Santos, Carlos Vela y Javier _Chicharito_Hernández por distintos motivos: de la baja de rendimiento a los conflictoscon el grupo. Sus patrones de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) lepidieron, por lo menos, clasificar a octavos de final. El argentino no pudohacerlo.

Yon de Luisa, presidente de la FMF, empezó también su gestión en este ciclomundialista y es el otro señalado. Prometió que el fútbol mexicano crecería yse ha achicado. El Tri no pasaba de ronda desde Argentina 1978 cuando fuegoleada por tunecinos, alemanes y polacos. No pudieron ni con el mejor HugoSánchez. Ahora, en 2022, Martino no supo gestionar el brote de grandestalentos como Alexis Vega (a quien cambió en el medio tiempo contra los árabespese a ser incisivo), Uriel Antuna, Carlos Rodríguez, César Montes, SantiagoGiménez o Diego Lainez. A estos dos últimos los cortó de su lista final enmedio de criticas. En su lugar llevó a un frágil Raúl Jiménez que no pudosuperar más de medio año lesionado y que, con dificultades, jugó en los trespartidos de México en Qatar. No pudo hacer gol ni generar una ocasión depeligro. La insistencia de Martino por confiar en Jiménez le ha salido muy