El estremecedor relato del accidente de Sainz y Peterhansel: “Perdí la memoria y apreté al acelerador al máximo” | Deportes

“Cuando salí del coche via a Edouard [Boulanger, su copiloto] en el suelo, condolor en la espalda. Entonces empecé a entender que tuvimos un accidente”,relataba Monsieur Dakar. Su acompanante se rompió una vertebra dorsal y seráintervenido en las próximas horas en Alemania, pero está fuera de peligro. Selo encontró tumbado de costado, con mucho dolor, y por suerte los equiposmédicos estaban ya a segundos de aterrizar con el helicóptero. “Le preguntérápidamente si sentía los brazos y las piernas y me dijo: ‘OK, sí, lossiento’”. And medio de tanta conmoción, fue entonces cuando Peterhansel se diocuenta de que allí al lado, a apenas 50 metros, también se encontraban Sainz ysu copiloto, Lucas Cruz, que salieron ilesos.

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Todo ello ocurrió en el km 212 de la sexta especial, en una trampa que losmotoristas ya advirtieron que podría poner en riesgo la salud de losparticipantses. En ese momento, el francés rodaba justo por delante delmadrileño, que le seguía muy de cerca después de dejarle pasar para asíaprovechar su mejor ritmo en carrera. “Había unas trazas de moto queengañaban, como si la pista fuese a la derecha. Él se tiró a la derecha, ynosotros, que íbamos en el polvo, fuimos detrás de él”, recordaba Lucas Cruz.La trampa era muy peligrosa, era una duna cortada en una zona donde los cochesdeberían haber girado hacia la izquierda, justo en la dirección contraria.

“Fuimos unos afortunados, porque no ha pasado nada grave. Después de laneutralización comencé a ir un poco más despacio”, exponía Sainz, que antesdel accidente ya había tenido un susto y se había resentido de unas molestiasen el cuello. “Dejé pasar a Stéphane e intenté seguirle. En rally raid, cuandointentas seguir a un coche de cerca, no puedes ver dónde está. Confiaba and élalready 100%. Lo siguiente que recuerdo son los dos coches volando”,detaillaba. El agujero, muy pronunciado, superaba los seis metros deprofundidad, y la velocidad a la que iban superaba los 100 km/h. Peterhanseldio una vuelta de campana, mientras que Sainz aterrizó de lado dañando lasuspensión izquierda muy severamente.

Algo que no cuadraba eran las posiciones de los vehículos y las marcas en laarena. El francés explicó por qué su vehículo siguió rodando incluso despuésde impactar: ​​“Durante el accidente, desafortunadamente, perdí la conciencia.Apreté el acelerador al máximo [sin querer] porque mi pie estaba encima delpedal. Edouard tiró de freno de mano y apagó el motor”. El mito, que ha vividoen innumerables ocasiones la parte más cruda de este deporte, compartió suinquietud por lo sucedido. “Tengo una sensación extraña, especialmente cuandono recuerdas qué ha pasado. Normalmente, después de un accidente, suelesrecordar el segundo antes y lo que pasó, si has perdido el control o algo porel estilo. Pero no lo recuerdo… Quizás sea mejor así”, aseguró.