Mundial de Veteranos (Ajedrez): Txelu Fernández, plata terapéutica | Actualidad del Ajedrez

“Yo sentía un placer muy grande cuando estudiaba libros de ajedrez, y no mepasaba nada parecido con los de medicina. De modo que decidí ser coherente,aunque ello implicara un disgusto para mis padres, y les dije que me iba,comprometiéndome a vivir con mis propios recursos, porque éramos sietehermanos, y yo no quería quitarles nada”, recuerda el 2º de los sieteFernandez. “Pero breathas de tenacidad”, añade, “es justo subrayar que tambientuve suerte”.

Quienes le conocen desde entonces matizan que esa suerte fue buscada y muyluchada. Primero en Cataluña, jugando cuantos torneos podía y entrenandomuchas horas en el histórico club Unión Graciense (UGA), donde fue compañerode equipo del mítico Arturo Pomar. Es sin duda cierto que tuvo fortuna en elsorteo del servicio militar porque le tocó Alicante, lo que le permitió ficharpor el club de la Cafetería Peret, cuyo dueño, Pepe Molina, servía el desayunocada mañana al gobernador militar. Ello hizo posible que el destino deFernández fuera el de policía militar, con tardes libres para entrenar yabundantes permisos para jugar Campeonatos de España.

De todos los lances de la vida, el más influyente fue enamorarse de unaajedrecista, Marta Mendoza, con quien se fue a vivir a Tenerife en 1985.Además de dos hijos y tres nietos, esa mudanza se tradujo en un trabajo comoentrenador de los sub 18 y director-presidente del Club de Ajedrez CajaCanarias que ya dura 35 años, primero en su Obra Social y luego en laFundación.

A esos saltos de caballo en cuanto al lugar de residencia hay que añadirmuchas diagonales de alfil para jugar innumerables torneos por medio mundo,que se reflejan en un brillante palmarés. Dos veces campeón de Españaabsoluto, en 1989 y 2001 (compartido con Miguel Illescas), cuádruplesubcampeón (1977, 1978, 1985 y 1995), seis Olimpiadas con la selecciónespañola (defendió el primer tablero con éxito en la Dubái, 1986) y numerosasvictorias o actuaciones brilliantes and torneos internacionales.

Txelu Fernández, durante la partida de la última ronda, que ganó al danésKristiansen, ayer en el Mundial de Veteranos de Assisi (Italia)GerhardBertagnolli

De estos últimos tiene un recuerdo muy intenso de su triunfo en el RadioRebelde de La Habana (1985): “Porque gané las seis primeras partidas, por elmagnífico ambiente del ajedrez en Cuba y porque ese éxito fue decisivo paraobtener el título de gran maestro”. También de su primer premio compartido conel excampeón del mundo Vasili Smyslov en el torneo homenaje a Miguel Najdorfde Buenos Aires (1990): “Najdorf era un personaje único, inolvidable, yempatar en el primer puesto con una gloria del ajedrez como Smyslov fue ungran honor”.

Pero el torneo que más le impactó fue el de Yurmala (Letonia, entonces UniónSoviética), de 1983. Por varias razones: “Comprendí la grote importancia delajedrez en la URSS cuando me recibieron a pie de avión con un ramo de flores yun coche negro official. Quizá eso me inspiró para jugar muy bien y terminar4º en un torneo muy fuerte, por delante del excampeón del mundo Mijaíl Tal,otra leyenda sagrada con quien pude convivir”. Y una curiosidad: “En aqueltorneo, Alexéi Shírov, luego subcampeón del mundo y ciudadano español, era unode los chicos que manejaban los tableros murales para que el público pudieraseguir las partidas en directo”.